“QUE NO NOS FALTE LA MÚSICA”Artículo de Susana Saura, Senior Project Associate en GARSA MUSIC.  Con más de 15 años de experiencia en gestión y desarrollo de proyectos en diferentes entornos y sectores. Los primeros 4 años en la multinacional Puig, en el área de Comunicación y Marketing, tras dicha experiencia en el sector de fragancias y moda, inicia una nueva etapa en Garsa Music, emprendiendo un proyecto pionero, en el sector de Entertainment, con 3 unidades de Negocio: la producción musical, la editorial y el management de artistas, con canciones como DILE QUE LA QUIERO, que alcanzó el 6º puesto en Eurovisión, QUE LA DETENGAN o MI MÚSICA ES TU VOZ, llegando a gestionar y diseñar, la producción de más de 600 espectáculos.

“La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido» Leonard Bernstein

Estos días estamos viendo como nuestros balcones se llenan de música, de iniciativas musicales entorno a canciones, a instrumentistas, a DJ’s, bailarines … con unos intérpretes que son nuestros vecinos, empleados de supermercados, enfermeras, médicos, cuerpos de seguridad del Estado, los que de forma espontánea se unen para cantar, bailar y a través de la música enviar un mensaje de agradecimiento, unión, fuerza y solidaridad. Las redes sociales se llenan de iniciativas musicales, para sobrellevar mejor estos momentos de miedo y de incertidumbre, para acompañarnos y proponer proyectos solidarios y ayudar así a los que están en primera línea de batalla.

Todos juntos hemos cantado y nos hemos unido #ahoramásquenunca a través de un “grito de guerra” denominado himno o canción con la que nos hemos sentido representados. Para algunos ha sido la flamante versión de “Resistiré”, del Dúo Dinámico, para otros la “Marcha Radetzky” de Johan Strauss, que recordemos nos permite formar parte de esa “fiesta” de unión y participación, marcando con palmadas el ritmo de la marcha de algunos de sus compases, porque la música, no lo olvidemos, es también celebración, es un lenguaje universal y un magnífico vehículo de emociones.

Revisando estos días algunos clásicos del cine como “DESPERTARES”, con las brillantes interpretaciones de Robert de Niro y Robin Williams en la piel de un paciente y de un neurólogo nos vuelve a demostrar que la música tiene efectos saludables en pacientes enfermos de Parkinson y otras demencias, logrando en los enfermos, una mayor capacidad de movimiento, entre otros beneficios.

Otro magnífico ejemplo del poder de la música y su magnitud es el efecto que tiene en otras disciplinas, como el deporte, y para ello recordemos la magnífica escena de la película “INVICTUS”, entre Morgan Freeman (Mandela) y Matt Damon (Pienaar, capitán del equipo de rugby de Sudáfrica) entorno a una imponente conversación sobre el liderazgo y el efecto inspirador, motivador, de cohesión y transformador de la música en los equipos. Lo mismo sucede cuando estamos en un estadio de fútbol y los aficionados cantan al unísono el himno que todos conocen o cuando en situaciones de superación cantamos todos juntos aquella canción, aquella letra que nos hace más fuertes y con la que nos sentimos representados,

Escuchar música provoca una gran variedad de actividades y estímulos cerebrales, que influyen directamente en aspectos importantes de la vida como el estado de ánimo, el control del estrés o la ansiedad. Cantar o bailar son actividades que hacen que segreguemos endorfinas, que cuando son producidas en grandes cantidades por el organismo, producen una sensación de bienestar, que puede llegar a transformarse en euforia. Sucede algo parecido cuando oímos cantar a alguien y la melodía nos gusta, quizás porque nuestro cerebro «ensaya» mentalmente lo que experimentaríamos si cantásemos nosotros mismos esa pieza.

Nos ocurre lo mismo cuando desde nuestra productora Garsa Music involucramos a trabajadores de empresas y organizaciones, en una actividad de equipo en la que cantan y graban una canción basada en sus valores, retos y esfuerzo diario, generando mayor orgullo de pertenencia, cohesión y engagement. Cantar, grabar y bailar desencadena una liberación de serotonina (hormona del bienestar) y oxitocina (hormona de la confianza y la unión), que nos genera felicidad, y al cantar en grupo conseguimos que este  efecto se amplifique y crezca exponencialmente. Por ello, que no nos falte nunca la música.

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Web: Garsa Music Experience

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