Si no LIDERAS tu ámbito «Privado», LIDERAR el «Laboral» es una utopía. La igualdad debe de empezar en casa si queremos que mujeres y hombres tengamos las mismas oportunidades en la vida.

El problema: la mayoría de las parejas NO son «EQUTITATIVAS»

Según mi última investigación en España, “Las mujeres y los hombres, HOY. ¿Igualdad o desigualdad?” en las parejas heterosexuales que conviven, hay un gran desequilibrio en la carga que soportan ellas y ellos con respecto a la realización de las tareas de la casa y al cuidado y educación de los hijos o hijas, si los tienen.

Desequilibrio de compleja resolución porque, para empezar, hay una gran disparidad en la forma como los hombres y las mujeres perciben su contribución a la realización de las tareas familiares, sobre todo a la crianza. Ellas creen que están realizando, en media, el 69% de las tareas de la casa y el 69% del cuidado y educación de los hijos/as. Por su parte, ellos creen que ellas hacen el 54% de las tareas de la casa y el 48% de la crianza (15 y 21 puntos menos que lo que creen ellas).

Esta brecha doméstica se agrava si tenemos en cuenta el tipo de tareas en que cada miembro de la pareja se implica más. En todas las investigaciones que he realizado hasta la fecha, las tareas que requieren un mayor esfuerzo mental, incluida “la dirección del hogar familiar” recaen con mayor peso en las mujeres. Esta es la famosa “carga mental” a la que se refiere el movimiento feminista.

El peligro de esta brecha doméstica es que tiene consecuencias devastadoras no solo para la salud física y emocional de las mujeres que la soportan, sino también para su entorno y para el conjunto de la sociedad: coste familiar, coste médico, y coste económico (para las empresas e instituciones). Y no menos importante, también obliga a las mujeres a grandes renuncias en su vida personal y profesional. ¡Es un pez que se muerde la cola! Si no hay igualdad de oportunidades en casa, tampoco la habrá en el resto de los ámbitos de la vida.

Un ejemplo de las consecuencias de la brecha doméstica: el nivel de felicidad con la pareja y con la vida. Entre las mujeres que viven en relaciones en las que ellas soportan la brecha, la felicidad media con su pareja es, 7,1 (frente a 7,9 en las parejas corresponsables) y la felicidad con la vida es, de media, 6,9 (frente a 7,3 en las que ambos contribuyen por igual). Entre los hombres, la situación es muy similar, la felicidad media con la pareja es, de media, 7,5 (frente a 7,9 si ambos contribuyen por igual) y la felicidad con la vida es, de media, 6,9 (frente a 7,2 cuando ambos contribuyen por igual).

 

Para dar visibilidad y concienciar sobre los costes y repercusiones de esta brecha doméstica, en el año 2021 acuñé el término «LOSA DE HORMIGÓN», que JaviRroyo ilustró magistralmente y que vio la luz en mayo de ese mismo año a través de un artículo publicado en el diario El País “¿Por qué lo llaman techo de cristal cuando es una losa de hormigón?”.

https://elpais.com/elpais/2021/05/12/mujeres/1620843631_740228.html

¿Cuántas mujeres están acarreando la “Losa de Hormigón” en España? La respuesta es completamente distinta si se tiene en cuenta la opinión de ellas o la de ellos. Con los resultados de mi última investigación se puede concluir que, según ellas, estan acarreando «LA LOSA» el 62% de las mujeres que viven con un hombre y según ellos, justo la mitad: el 31%.

¿Y cuántos hombres están acarreando «LA LOSA»? Una minoría, tanto si consideramos la opinión de ellas como la de ellos: lo creen el 2% de las mujeres y el 10% de los hombres.

La solución: relaciones de pareja «EQUITATIVAS»

La solución que propongo son las “parejas Equitativas”. Parejas en las que hay un reparto justo del tiempo que cada miembro de la pareja destina a tres componentes: 1) su trabajo remunerado, si lo tienen, 2) las tareas de la casa y 3) el cuidado y educación de hijos/as u otros familiares dependientes, si los tienen.

Como reza el famoso dicho popular: “más vale prevenir que curar”. Por lo tanto, lo ideal es construir relaciones de pareja «Equitativas» desde el primer día. ¿Cómo? Del mismo modo que nadie empieza a trabajar en una compañía sin negociar las condiciones de su relación laboral, mi propuesta es que, antes de iniciar la convivencia, las parejas elaboren una lista de las tareas que afectarán a su nueva vida en común, estimen el tiempo que destinarán a cada una y pacten un reparto que ambos consideren justo.

Si una pareja lleva tiempo conviviendo, les propongo empezar evaluando si su convivencia es o no «Equitativa». Y como, a la vista de los resultados de mi última investigación, es muy posible que haya discrepancias entre la opinión de ella y la de él, hemos construido el «Termómetro de la Equidad». Un algoritmo que de forma objetiva, sencilla y rápida (el tiempo medio de respuesta son 8 minutos) permite tener un indicador del nivel de equidad en la relación de pareja. Pero, sobre todo, ayuda a hablar con calma en pareja de un tema que suele aparecer solo en momentos de crisis.

El boca-oreja está funcionando con el «Termómetro de la Equidad»: en el primer año y medio ya lo han respondido más de 7.000 parejas de 34 países. Y terapeutas de pareja lo están utilizando con sus pacientes en consulta.

En España, el resultado agregado del «Termómetro de la Equidad» para el conjunto de las parejas en las que conviven un hombre y una mujer que lo han respondido indica que, apenas el 33% son «Equitativas». Y si tienen hijos o hijas, las «Equitativas» se reducen al 28%.

Si logramos #STOPLosaDeHormigon construyendo relaciones de pareja «EQUITATIVAS», se beneficiarán tanto los dos miembros de la pareja a nivel individual, como sus hijos o hijas si los tienen, las empresas y toda la sociedad en su conjunto. 

Si quieres más información sobre cómo #StopLosadeHormigon puedes descargarte, de forma gratuita, la guía sobre cómo construir parejas equitativas.