El papel del storytelling en nuestra marca personal

Artículo de Cristina MasachsFounder Softlanding

Por mi trabajo actual, tengo muchas reuniones con personas totalmente desconocidas, a las cuales he llegado a través de un sutil punto de contacto. Aunque ello implica una tensión adicional, a la vez me reafirma en mi particular forma de abordar esas citas de trabajo: ser, simplemente o más bien, orgullosamente, yo misma. Y es que antes de valorar una propuesta, las personas sopesamos subconscientemente si nos gustaría trabajar o no con la persona que nos habla de ella. Difícilmente escogeremos en el orden inverso. Así pues, conectar con quien tenemos delante se convierte en esencial.

Conectar es traspasar…

Conectar es conseguir traspasar una línea invisible que nos separa de la otra persona. Antes incluso de que empecemos a hablar, esa línea ya está ahí. Se dibuja con los prejuicios, que viven entre las sombras, y con las circunstancias del otro, que son muchas y variadas. De traspasar esa línea depende el éxito de nuestra comunicación, ya que el objetivo final es conseguir que la persona o el grupo haga algo por ti, por tu proyecto o por la marca que representas.

Para conectar hay que arriesgar

Para conseguir conectar y finalmente convencer a tu interlocutor, es necesario arriesgar. Lo cual no es fácil y además siempre tiene consecuencias. Pero no nos queda otra. Además, tenemos otro punto de partida: cada directiva sabe en qué grado se siente cómoda en Comunicación, y sea en una gran audiencia o bien en petit comité. Todas somos conscientes que nuestra inseguridad nos puede jugar una mala pasada. Y aquí es donde juega un papel esencial tener un buen relato, que consiga posicionar tu  marca personal desde el inicio

Envuelve tu marca personal con una buena historia. Storytelling

El papel del  storytelling en nuestra marca personal

Dicen que en un momento como el que vivimos, “ya no importa tanto la verdad, lo que cuenta es el relato”. En una sociedad de miles de impactos publicitarios, de multitasking, de omnicanalidad, con cientos de whatsap interfiriendo en cualquier ámbito, el reto actual se ha convertido en conseguir que nos vean, que nos escuchen, que nos valoren, y finalmente, que hagan algo por nosotras.

En ese sentido, las herramientas de storytelling van a facilitarnos la conexión con la otra persona o el grupo, van a conseguir que el nuestro destaque entre los demás mensajes y lo más importante, va a hacer que quien nos escuche, no nos olvide.

Y el núcleo donde se originan esas herramientas es muy simple, ya que as historias, o lo cuentos, siempre responden a una estructura similar:

  • érase una vez…
  • presentación de personales con una característica especial
  • inicio de trama con un hecho relevante
  • resolución del conflicto generado
  • colorín colorado y aprendizaje

Si conseguimos que nuestro pitch siga esta estructura, será más fácilmente recordable. Si el contenido tiene el formato de historia, todos se sentirán identificados, o al menos, conectarán más fácilmente. Porque todo relato tiene emoción.

Hay que ser fieles a nuestro relato… y arriesgar en la historia

Nuestra marca personal, y la comunicación alrededor de la misma, tiene que estar apoyada por un relato,  tiene que seguir la estructura del cuento, el que queramos, el que sea más afín a nosotras, pero tenemos que ser fieles al mismo para asegurar la memorabilidad, aunque lo podamos contar desde múltiples perspectivas. Es lo que en Marketing le llamaríamos mantener un determinado posicionamiento de marca.

E igual que en las historias, las leyendas, las películas o los anuncios, en la confección de nuestro relato tenemos que arriesgar, porque de ello dependerá la mayor o menor conexión. Sin embargo, a mayor riesgo, más impacto, más conexión, pero también más rechazo, por lo que implicará que no gustaremos a todos.

En nuestro storytelling , además, tenemos que ser nosotras mismas, porque si hay algo en la historia que no es verosímil, igual que nos damos cuenta al leer una novela mediocre o ver una mala película, también nuestra audiencia se dará cuenta. Así pues, seamos fieles a nuestra esencia, para no caer en nuestra propia trampa.

El storytelling es la herramienta, definir qué quieres y de quién(es), tu objetivo

Previo a crear el relato alrededor de tu marca personal, es necesario tener muy claros los siguientes elementos. Ellos te ayudarán no solamente a enfocar tu storytelling y concretar tus mensajes, sino también a no perder ninguna oportunidad cuando estás transmitiendo tus mensajes.

CONCRETAR NUESTRO OBJETIVO

‘Solamente diciendo quiero ser feliz, no vas a serlo’

Un objetivo basado en una concepto demasiado amplio es difícil de concretar, seguir y alcanzar ‘completamente’. Ello no significa que no sea imprescindible ese objetivo, aunque algunos digan que la comunicación no se puede medir. Tiene que ser ambicioso pero alcanzable, y se debería poder cuantificar lo más posible. Si además lo partes en trocitos, podrás hacer lo más importante: ¡ir celebrando éxitos!

DEFINIR A QUIÉN QUEREMOS IMPACTAR

‘Queremos gustar, más en la juventud, y en especial al grupo al que anhelamos pertenecer’

Querer agradar a todos significará que nuestra propuesta suene a lo de siempre, y llegará deslucida y más bien insípida a la audiencia que queremos convencer de verdad. En tus discursos, en tu Comunicación, tienes que dirigirte a quien quieres, con el objetivo que se sientan especiales. Solo así llamarás su atención. Aunque ello suponga no agradar a otros.

MENOS ÉS MÁS

‘Menos es más, pero hacemos justamente lo contrario, no parar de hablar’

Antes de contar las excelencias de tu proyecto, ellos querrán conocer tu historia, cómo has llegado hasta allí. Y, para que tengan interés, antes tendrás que haber conseguido que suene el clic que significa que la audiencia de verdad te “ve”. ¡Por eso el inicio es tan importante! Piensa en algo impactante, pero recuerda que si te excedes, perderás a algunos por el camino.

AFINIDAD CON LA AUDIENCIA

Podría perfectamente ser yo misma, pienso al oírle hablar. Y eso me hace prestarle más atención’

Como antes de comprarte el proyecto, tienen que valorarte a ti, deberás acercarte con historias en las que las personas puedan sentirse identificadas, con anécdotas que también les han sucedido a ellas o con ejemplos que hagan que quieran ayudar a alguien como tú. Conseguir generar esa empatía es usar tu parte emocional y tienes  que ser consciente de que te expones y te muestras tal cual.

CÓMO TE VAN A RECORDAR

‘Si te marcharas hoy de aquí, ¿por qué crees que te iban a recordar?’

Hay imágenes en la vida, o eventos especiales, y unas pocas personas inolvidables, que no se te borrarán jamás, pero el resto de cosas pasan sin más, o tienen un periodo de vigencia limitado. Acaba pues, tu discurso, arriesgándote de nuevo: busca un momento tachan, un final de canción que le dé sentido a todo lo expuesto.

NUNCA OLVIDES PEDIR

‘No te marches sin más’

Después de los nervios, de los preparativos, de las decisiones y de todo lo invertido, no te olvides de lo más importante, aunque te cueste horrores: pedir lo que quieres a quien te escucha. Si no, harás imposible que continúe el relato, que pueda.

La marca personal es tu tarjeta de presentación al mundo. Es la imagen que proyectas y por lo que empiezan los demás a conocerte. Si se asocia a una buena historia, se recordará siempre. Si además tus hechos van detrás de la historia, serás referente.